1. Considera previas experiencias. Antes que cualquier otra cosa, recuerda cuáles han sido las mejores y peores experiencias que has tenido y con qué tipo de productos. Nuestra piel reacciona inmediatamente si algo no le cae bien.
2. Prioriza. Todo en el cuidado de la piel es importante, lo sé, pero para poder comenzar con una rutina, debes ser súper claro contigo cuál(es) son las áreas qué requieren mayor atención o pronta acción, sobre todo para darle un seguimiento claro a este primer tema, no quieras hacer todo a la vez, el querer hacer todo es una de las principales causas de dejarlo... nos aburren las largas rutinas. Mi consejo si no sabes como priorizarlo es elegir los cuidados básicos, uno a uno y mantenerlo durante 3 meses.
3. Disfrútalo paso a paso. Por el punto anterior, tienes que buscar pequeños detalles que te animen a hacerlo como una rutina sencilla. Poner música ayuda, velas para quienes son más románticas o simplemente hazlo sin dudarlo mucho... Piensa y experimenta en las cosas que te hacen disfrutar este proceso.
4. Tipos de soluciones. Ahora que ya sabes identificaste o elegiste lo anterior puedes ver opciones. En la actualidad encontrarás productos de compañías farmacéuticas, cosméticas, compañías con tecnologías alternativas, otras son eco friendly, algunas marcas que no hacen pruebas en animales o están hechas con productos orgánicos.
En esta semana te daré algunos ejemplos de productos de cada uno de estos tipos para que puedas comenzar a buscar las mejores alternativas para ti.
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