Ayer y hoy han sido de esos días en que piensas que el pie izquierdo esta presente como un aura que atrae la mala suerte. Es cuando esperas que te caiga algo inesperado del cielo, desde un bote con agua hasta un piano o cuando sientes que todos los amuletos del mundo se ríen de ti hasta con la boca del estomago. Ya sé, puede sonar exagerado pero así se siente cuando algo ha salido mal en el trabajo y trae consigo una estela de mala fortuna.
Lo que he aprendido con los años es que NADIE es perfecto, pero todo es perfectible, sin embargo cuando las cosas en general no salen bien no valen las excusas, si no el resultado. He aprendido a afrontarlo y lo mejor, buscar soluciones cuando las hay, porque por tan terrible que haya sido el problema, este se queda en el pasado y tienes un futuro para buscarle solución, pero si no la tiene, para que engancharse. No quiere decir que me valga... solo que aprendes a que te importe algo más valioso, usar tu imaginación para buscar alternativas y mirar siempre a seguir adelante.
El estrés siempre estará presente cuando haces algo mal, pero si te enganchas vives temeroso por evitar cometer el mismo error, que cometes otros tres y se vuelve un circulo vicioso.
Confío que el día mejore... lección aprendida por hoy.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario