El arte de la moda - Parte 3
Ya les hablé de historia, de personajes, pero que pasa con la ropa!!!
Sin temor a equivocarme todos tenemos en nuestro closet una prenda favorita que cuando nos la ponemos, nos sentimos diferentes, nos transformamos con el solo hecho de sentirlo en la piel nos genera una alegría o una emoción de que pronto lo luciremos.
Hay muchas razones para tener una prenda consentida. Puede ser los jeans que se nos ven fenomenales que hasta pompas se ven. Quizá la blusa de seda más nice o la camiseta de algodón más cómoda del mundo. También puede ser el regalo de alguien especial o que nos trae recuerdos especiales.
Generalmente estas prendas son tratadas con mayor cuidado, hay quienes las usan poco u otras muy frecuentemente y cuando las usan es como un momento de culto particular. Se elijen los accesorios especiales, muchas veces se tienen rituales específicos para usarlos, como que se convierte en un momento de complicidad con la prenda.
Todas las emociones que vienen cuando se usan estas prendas son maravillosas, sobre todo por que nos damos un momento para consentirnos, de sentirnos más seguras, con muchas cosas por delante.
Cuando hablamos de moda, muchas veces nos encontramos con prendas propuestas como parte de una temporada o concepto específico, sin embargo, si no conocemos cómo es nuestra personalidad es más complicado saber cuáles son las cosas que empatan más fácil y nos hacen destacar.
En el pasado yo hubiera pensado que esto es mucho más frívolo, pero al final del día, el descubrimiento de nuestra personalidad es parte de conocernos mejor y aprovechar a tener armonía con nosotros. Cuando sabemos que nuestro estilo personal empata con nuestra personalidad lo que le proyecta a los demás comienza con lo que aprendemos de nosotros y es fenomenal.
La moda, si conocemos si empata con lo que nosotros somos es una arma de comunicación increíble, pero aun mejor el hecho de que nos hace sentir más cómodos.
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