Un cambio inicia en el interior...
Ya les había comentado que trabajo con distintas marcas locales y globales, pero no les había contado como fue que llegue a diseño de imagen. Justamente al trabajar para una cuenta grande local de medios de comunicación fue como decidí estudiar lo que entendía era diseño de imagen. Yo esperaba me ayudara a comprender en mi trabajo lo que las personas elegían al vestir, las modas, las tendencias o lo que más les atraía al usar, comprar y ver. Pedí informes en varios lugares y me incline por uno que me vibro muy padre, ya saben, esa intuición que no se equivoca y que te lleva por lugares inesperados.
Antes de entrar al salón pensaba que era algo frívolo, a veces vacío o carente de esencia. Entendía que todo era regido por marcas y solo tendencias que la gente compraba por impulso, así como las personas que encontraría serían igual de superficiales... eso pensé! Pero el primer día de clases el concepto pre concebido cambio radicalmente al analizar a detalle lo que hay detrás. En ese momento comprendí que era más interesante y profundo de lo que pude haber imaginado.
Pasaron los meses de clases y cuando llego el momento de hacer el completo cambio de imagen a una persona me entró nerviosismo y curiosidad, ¿qué es lo que a una persona le puede interesar tanto para aceptar aventarse a una aventura y cambios sin saber cuál será el final? Conforme íbamos avanzando en el proceso me iba convenciendo del porqué se toma esa decisión; comprendes los miedos, las dudas, las ganas, pero el día en que todos los cambios se hacen visibles lo entiendes perfectamente. Algo va cambiando en la persona que decide hacerlo, va evolucionando con los día haciéndose más fuerte, pero al mismo tiempo va cambiando algo en ti que lo haces posible. Sin duda el momento más mágico de todos es cuando por primera vez se ven en el espejo después de aplicar todas las recomendaciones, la ropa, el cabello... muchas veces conteniendo la respiración se miran, en momentos con alegría de la esperanza de un renacimiento interno y otras con nostalgia de la persona que dejan atrás. Es tan profundo como la intensión del porque cambiar, todos los deseos mezclados e intensificados. Es en ese momento cuando se observa el verdadero amor por nosotros mismos brotando en los ojos y externándolo hasta en la piel.
Al vivir todas esas emociones y saber que fuiste TÚ cómplice de esto, es cuando entiendes que se convertirá en tu vocación, hacer que el cambio brote del interior al exterior.

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