Contando los pasos...
Cuando comencé a trabajar al terminar la universidad, mi jefa y amiga siempre me hacía burla "cinco minutos más en la panza de tu mamá y hubieras sido niño" Me reía y ponía cara de indignada, pero tenía razón. Me lo comentaba porque era un alma libre al viento, que le importaba lo que llevaba en la cabeza y en el corazón, pero que pocas veces se le cruzaba el cepillo, el maquillaje, el ser más femenina, pero sobreeeee todooooo por el gusto y uso de los zapatos! Siempre usaba los mismos aburridos zapatos negros.
Con los días ella me enseñó la importancia de tener unos lindos zapatos, que eso jamás te resta como persona, pero si te suma ante los demás, te multiplica a ti que mereces verte linda. A partir de ahí aumentaron a un par más, de distintos colores, alturas, acabados, pero siempre llevándolos con orgullo, sobre todo con mucho gusto!
Hoy, solo por eso use un par que hace mucho no usaba en honor a ella y el gusto de caminar!
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